Miércoles 25/11/2020
IMAGEN: Sergio Marín Gómez
Texto: Agata Kotrys
El coaching es un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo, que inspira a maximizar el potencial personal y profesional.
Así lo define International Coaching Federation (ICF), la mayor organización de coaches profesionales a nivel mundial. Pero ¿qué quiere decir esto exactamente?
Los orígenes
Las raíces del coaching las podemos buscar tan lejos como en la filosofía de la antigua Grecia. El método socrático, que es la base metodológica del coaching, se fundamenta en la premisa, de que todos tenemos conocimiento en nuestro interior. Sócrates ayudaba a aprender a los demás haciéndoles preguntas y dejando que encontrasen la respuesta por sí mismos. Decía que no existe el enseñar, sólo el aprender.
En la era moderna coaching ha tenido su origen en el deporte. Timothy Gallwey, pedagogo de Harvard y capitán de su equipo de tenis, observó que, ante la igualdad de condiciones físicas, algunos de los jugadores tenían más facilidad de ganar que otros. No se trataba pues, solamente de la preparación física. Sus descubrimientos, que más tarde expuso en el libro “El juego interior del tenis”, le llevaron a afirmar que “el adversario que está en la cabeza de uno es mucho más peligroso que el que se encuentra del otro lado de la red”. El nuevo método de entrenamiento integral que elaboró, basado en trabajar los obstáculos internos, como el miedo, la duda, los lapsos de atención, la limitación de conceptos o suposiciones, ha demostrado mejorar la eficiencia en varias disciplinas, como el golf, el esquí e incluso la música. El modelo ha sido aplicado luego en campos de los negocios, de la salud y de la educación.
GROW for it!
GROW, que en inglés significa “crece”, es también el acrónimo del modelo más extendido en el coaching:
GOAL: hace referencia a la meta, tanto del proceso, como de la sesión; la situación ideal que busca la persona. Un objetivo bien definido, es decir concreto, alcanzable, a la vez que motivador, es la base sobre la que se construye el crecimiento. Es el punto de partida de cualquier proceso de coaching.
REALITY: es la realidad actual, la situación presente. Es necesario explorar el punto de partida, para definir los pasos a realizar hacía el objetivo.
OPTIONS: opciones y estrategias posibles para alcanzar la meta. Esta fase es una especie de “brainstorming” – todas las ideas valen.
WHAT, WHEN WHO, WILL: fase, en la que se desarrolla el plan de acción. A partir de la acción se genera el aprendizaje.
Más allá de las herramientas, como puede ser el modelo GROW, las preguntas poderosas o muchísimas otras, lo esencial para un coach son las habilidades como escuchar, estar presente, trabajar las emociones, cuestionar, crear consciencia, cultivar autoconfianza, generar responsabilidad y facilitar el crecimiento. El proceso del cambio en el coaching, igual que pasa en la terapia, se genera gracias a la relación y la interacción.
Consciencia y responsabilidad
El primer elemento clave que trabaja el coaching es la consciencia, entendida como saber que pasa a nuestro alrededor, comprender lo que estamos experimentando y ser capaz de definir que es importante para nosotros. Es resultado de la observación con concentración, claridad y foco. Aumentar la consciencia es uno de los objetivos del coaching, y esto a su vez lleva al desarrollo de habilidades. El segundo concepto es la responsabilidad o, mejor dicho, la autorresponsabilidad. Dado que el coaching parte de la base de que el cliente tiene recursos (o puede conseguirlos), la responsabilidad aumenta la implicación en el proceso, lleva a la acción, ayuda a mejorar el rendimiento y finalmente conseguir el objetivo que busca el cliente.
Fuentes:
Whitmore, J. (2009). Coaching for Performance.
International Coach Federation, Code of ethics
Zembrano, A. El arte del coaching (notas del curso)
Instituto Europeo del Coaching, manual del curso de certificación