Miércoles 5/1/2022
FOTO: Greg Rosenke
Texto: Alejandra Misiolek
Ha llegado el año nuevo y es el comienzo definitivo de algo. Mucha gente prepara sus propósitos de año nuevo y cultiva la fantasía de un nuevo comienzo. ¿Por qué nos gusta tanto? ¿Por qué es tan atractivo? Tener un nuevo comienzo y olvidarnos del pasado nos da la oportunidad de deshacernos de la carga de la culpa, la vergüenza, los errores, los fracasos, etc. No es de extrañar que sea una buena sensación empezar de nuevo. ¿Pero es real?
La fantasía de un nuevo comienzo es muy típica en los trastornos alimentarios y especialmente en la bulimia, donde después de un período de atracones, hay una purga y el ciclo comienza de nuevo. Pero, ¿podemos realmente empezar de nuevo?
Lo llamamos fantasía porque es imposible restablecer o borrar nuestras experiencias pasadas. Tenemos memoria, tanto declarativa (de hechos) como procedimental (de habilidades, emociones, etc.) que es un componente muy importante de nuestra identidad. Quiénes somos consiste en lo que pasamos, y nuestra personalidad es una consecuencia de nuestras experiencias vitales. No importa cuán lejos queramos escapar o cuán desesperadamente intentemos comenzar de nuevo, siempre llevaremos con nosotros nuestro pasado.
¿Por que es tan importante? Porque en lugar de hacer un gran esfuerzo por empezar de nuevo, debemos esforzarnos por afrontar quiénes somos y sacar conclusiones de lo vivido. Esta es la única forma en que podemos progresar en la vida sin dar vueltas en círculos.
La imposibilidad y futilidad de la purga es muy importante si queremos superar un trastorno alimentario como la bulimia. Solo deteniéndonos y afrontando las consecuencias podremos encontrar alivio a los síntomas.
¿Esto significa que hacer la resolución de año nuevo también es inútil? No lo es si lo que deseas lograr es realista, si tienes un plan tangible para lograrlo, si lo que deseas es compatible con lo que eres. Pero si solo copias y pegas los mismos objetivos todos los años y nunca los logras entonces, quizás sea el momento de detenerte a pensarlo, analizar por qué no puedes lograrlo y elaborar un plan nuevo, diferente, en base a lo que aprendiste de la prueba y error. Pero recuerda no culparte a ti mismo por no lograrlo. Se curioso y encontrarás mejores respuestas.