Miércoles 30/9/2020
FOTOS: Sergio Marín Gómez
Texto: Alejandra Misiolek Marín
Baja autoestima. Causas y consecuencias.
Ser seguro de uno mismo y tener alta autoestima son término que se usan para hablar del mismo concepto. Todos sabemos lo que significan o sabemos detectar si a alguien le consideramos seguro de sí mismo o no, sin embargo, a la hora de definirlos, la gente se encuentra con mucha confusión.
La autoestima es un motivo principal de consulta psicológica y su falta, la principal causa de sufrimiento psicológico. Hay autores que afirman, que 85% de la población mundial está afectada por baja autoestima.
¿Qué es la autoestima?
Vamos a intentar definir qué es la autoestima. Lo que entendemos por autoestima es una valoración positiva de nosotros mismos que tenemos incorporada, aprendida o elaborada, en otras palabras, es el grado de valoración que uno tiene de sí mismo.
¿De dónde viene la baja autoestima?
La valoración que tenemos de nosotros mismos se va creando, sobre todo en las etapas tempranas de nuestro desarrollo como es la infancia, a través del reconocimiento por parte de los demás. Las personas de nuestro entorno, al reconocernos y valorarnos, nos devuelven, a través de su forma de tratarnos, de hablarnos, de escucharnos, de mirarnos, etc., una imagen de nosotros, a partir de la cual nosotros nos formamos la idea sobre nosotros mismos. Esta idea es implícita y, aunque dependa en gran medida de nuestras interacciones pasadas, no somos conscientes como se ha formado y muchas veces tampoco somos conscientes de cuál exactamente es la idea que tenemos de nosotros mismos a nivel explícito.
Un ejemplo de cómo se desarrolla la baja autoestima .*
Si un niño siente miedo y llora
- y los padres le ignoran
- o le invalidan diciéndole que no debería llorar,
- o le riñen por llorar,
- en vez de atender su estado emocional e intentar entenderlo sin juzgarlo y ayudarle o resolver el problema (esto es exactamente lo que hacemos en terapia para “repararlo”),
el niño deduce, desde la única perspectiva que tiene, que en esta etapa es egocéntrica (“yo soy el centro del universo por lo cual todo lo malo es culpa mía”), que su forma de ser es inadecuada.
Por consiguiente, muchos de los problemas de autoestima tienen este origen: si desde niños tenemos la percepción continuada de que lo que sentimos no es validado por nuestro entorno, fácilmente llegaremos a la conclusión que nuestra forma de sentir es inadecuada. Por lo tanto, nos sentiremos avergonzados por sentir como sentimos y poco a poco iremos dejando de lado ese sentiente mal aceptado por el entrono hasta que lleguemos a borrarlo de nuestra memoria consciente. Finalmente, nos quedara solo el convencimiento, fruto de la vergüenza de sentir inadecuadamente, de que somos defectuosos y de que, por lo tanto, debemos escondernos en los demás. Entonces empezamos a “usar” a los demás como referentes de nuestro valor. Esto es muy peligroso porque depositamos en las manos de los demás un gran poder sobre nosotros.
Cómo se mantiene la baja autoestima a lo largo de la vida?
Cuando este niño crece y se hace adulto, sigue asumiendo, de manera implícita e inconsciente, que es inadecuado. Por lo cual, se comporta de acuerdo con esta convicción (pide perdón por todo, no se lanza a nuevos proyectos porque asume que no va a poder, asume que los demás tienen más derecho que el así que se deja tratar mal sin darse cuenta, su lenguaje interno es negativo – eres inútil, etc.). Al comportarse de está manera, tampoco recibe un buen feedback de los demás ni se ve bien a si mismo porque no hace nada interesante, y su convicción de ser inadecuado aumenta. Empieza a culparse a si mismo por falta de éxito y re-asegurarse que es inadecuado. Además, al estar convencido que es inadecuado, interpreta al mundo de acuerdo con esta convicción (ej..: está persona no me ha llamado, es porque no me quiere – como que soy inadecuado, es normal que no me quiera). Como vemos, estos ciclos no solo se mantienen, pero se retroalimentan.
Un ejemplo extremo de la baja autoestima.
La personalidad narcisista se forma a partir del mismo mecanismo y llevado a un extremo, donde la persona insegura encuentra una gran motivación para compensar su sentimiento de inferioridad con hacer las cosas que considera superiores y gracias al sentimiento de superioridad sobre los demás, iguala su autoestima. ¿Parece una buena solución? Tal vez sí, pero tiene al menos dos problemas: por un lado, a largo plazo sufre porque no es capaz de construir vínculos significativos con otras personas porque las “utiliza” para subir su ego frágil. Por otro, necesita hacerlo constantemente y vive con la ansiedad de perderlo o con el síndrome de impostor. (Sobre la personalidad narcisista y síndrome de impostor más adelante escribiremos otro post.)
La importancia de la autoestima y la pregunta ¿Cómo subir mi autoestima?
De lo que hemos dicho hasta ahora podemos concluir que tener un bajo concepto de sí mismo probablemente es una de las fuentes de sufrimiento mental más importante para los humanos, mientras que, para alcanzar un estado de ánimo de bienestar psicológico es imprescindible gozar de un sentimiento positivo de nosotros mismos.
Si ya hemos identificado nuestra autoestima como baja, ¿Cómo subirla?
Contestaremos a esta pregunta en el siguiente blog, donde hablaremos de las estrategias y de los filares de autoestima.
* Para que se forme la autoestima, no vale con una vez que ocurra eso, se necesita que sea un patrón prevalente de nuestras interacciones con los demás.
Fuentes: