Miércoles 17/01/2024
FOTO: Laura Boj
Texto: Anna Nagygyörgy, Viktória Farkas y Alejandra Misiolek
Probablemente, durante el día tu mente divaga y pasa unos minutos imaginando cosas que no son reales ¿debería esto preocuparnos?
Diversos estudios han demostrado que soñar despierto aporta beneficios en el mundo real y en base a ello, en este post reflexionamos sobre el fenómeno de la ensoñación.
Podemos definir la distracción mental como pensamientos e imágenes que aparecen cuando la atención se desvía de las tareas y percepciones externas a nuestro mundo interior (1).Un ejemplo de ensoñación es olvidarnos de bajar del metro porque estamos pensando profundamente en el regalo de Navidad de nuestra pareja, imaginando la situación de la entrega del regalo y tratando de averiguar si él o ella estaría feliz de recibirlo.
Ensoñación: significado y cambio de enfoque
La mayoría de los teóricos consideraban que soñar despierto es un fenómeno negativo que dificulta la atención a la información externa, perjudica el rendimiento y, entre otras cosas, hace que uno pierda la estación de metro. Además, se vinculaba con la psicopatología, junto con la fantasía.
Uno de los teóricos más influyentes en este campo es Jerome L. Singer, quien con sus seis décadas de trabajo, contribuyó a que ahora tengamos una imagen más sofisticada de la ensoñación. Con sus compañeros afirmó que este fenómeno es normal, generalizado y adaptativo. Como dice el título, según un estudio a gran escala, pasamos el 47% del tiempo que pasamos despiertos soñando, lo que es una tasa sobresaliente (2).
¿Por qué pasaríamos tanto tiempo divagando si los costos son tan altos? Singer estaba convencido de que debía haber un beneficio, tal vez menos obvio y tangible que los costos, y dedicó su trabajo de investigación a sacar a la superficie sus ventajas.
Diferenciar sueños despiertos
Singer fue quien determinó tres estilos de divagación mental:
- La ensoñación positiva y constructiva es una imagen lúdica e ilusoria o un pensamiento creativo y planificado, para el cual un ejemplo podría ser imaginar la entrega de regalos de nuestra pareja.
- La ensoñación disfórica-culpable es mucho menos positiva que la anterior, remite a una fantasía obsesiva que provoca agonía. Un ejemplo podría ser cavilar sobre no prestarle suficiente atención a nuestra mascota fallecida.
- La ensoñación de control atencional deficiente se caracteriza por la falta de concentración en un pensamiento en curso o en una tarea externa. Esto se puede observar en el auditorio en la segunda mitad de una conferencia.
El tipo constructivo positivo tiene varias funciones adaptativas. Puede reforzar y desarrollar habilidades sociales , también puede ser un método eficaz para evitar el aburrimiento , o incluso puede ser una fuente de placer. Además, soñar despierto de forma positiva y constructiva puede servir como una oportunidad para probar y ejecutar diferentes planes para el futuro. Quienes practican de esta forma son los “soñadores felices” que disfrutan de la fantasía, tienen imágenes vívidas y curiosidad social.
Posibles desventajas de soñar despierto: los sueños culpables y la ensoñación excesiva
Además de sus efectos beneficiosos, deambular también puede tener un lado perjudicial. Por ejemplo, los sueños culpables-disfóricos suelen centrarse en logros y fracasos , lo que ejerce una enorme presión sobre la persona que los experimenta. Si a menudo nos encontramos reflexionando sobre determinadas situaciones (por ejemplo, tareas en el trabajo), con el tiempo podemos generar más emociones negativas y pensamientos e imágenes depresivos.
El tercer tipo, los soñadores despiertos con poco control de la atención, se aburren y distraen fácilmente y tienen dificultades para elaborar el contenido de sus sueños. Experimentar esto podría estar relacionado con una menor satisfacción y felicidad con la vida y con nosotros mismos. Además, podemos sentir que tenemos menos autonomía y menos energía, lo que puede llevarnos a distraernos aún más de las tareas (3).
Causas de la ensoñación: ¿podemos soñar despiertos a propósito?
Nuestros pensamientos a menudo vagan sin querer, sin que lo planeemos; la literatura a menudo lo describe como un error o un contratiempo mental con consecuencias negativas. ¿Pero es posible que a veces optamos por hacerlo en lugar de permanecer presentes en una situación? Sí, la distracción mental a menudo puede ser intencional y, al hacerlo, nos desconectamos de las tareas externas y desviamos nuestra atención hacia un pensamiento interno. La recompensa de esto puede ser inmediata, llegando en forma de una fantasía placentera (por ejemplo pensar en nuestra pareja). También puede ser más distante, como ensayar escenarios futuros (por ejemplo, hacer una presentación en el trabajo) o proyectarnos hacia adelante en el tiempo hacia un resultado deseado (como obtener una buena calificación en la escuela). Con la ayuda de la distracción mental, también podemos darle sentido a ciertas situaciones (como una conversación con un compañero de trabajo o una pelea con nuestra pareja) e incluso desarrollar nuestra comprensión de nosotros mismos en el mundo.
Todo el mundo es capaz de soñar despierto voluntariamente, pero para algunas personas puede ser más fácil que para otras. La capacidad de alternar entre diferentes corrientes de conciencia requiere cierta habilidad y difiere según la persona. Por ejemplo, los soñadores positivos y constructivos, que consideran soñar despierto como algo positivo, tienen más probabilidades de soñar despiertos a propósito. Sin embargo, aquellos que experimentan distracciones mentales desagradables serían menos propensos a involucrarse en distracciones mentales volitivas. Este último grupo incluiría a soñadores despiertos culpables-disfóricos y soñadores despiertos con poco control de la atención. Suelen mostrar ansiedad y bajos niveles de escrupulosidad, y les resulta difícil centrarse en el flujo de información interno o en las demandas de tareas externas.
Sin embargo, la buena noticia es que cuanto más lo hace una persona, más fácil le resultará. Al practicar la ensoñación positiva y constructiva, será más posible disfrutar de los aspectos beneficiosos de la divagación mental, que ahora sabemos que ocupa aproximadamente el 47% del tiempo que pasamos despiertos.
Fuentes:
- McMillan, R. L., Kaufman, S. B., & Singer, J. L. (2013). Ode to positive constructive daydreaming. Frontiers in Psychology, 4, 626. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2013.00626
- Killingsworth, M. A. and Gilbert, D. T. (2010). A wandering mind is an unhappy mind. Science 330, 932–932. doi: 10.1126/science.1192439
- Blouin-Hudon, E.-M. C., & Zelenski, J. M. (2016). The daydreamer: Exploring the personality underpinnings of daydreaming styles and their implications for well-being. Consciousness and Cognition: An International Journal, 44, 114–129. https://doi.org/10.1016/j.concog.2016.07.007