Miércoles 11/11/2020
IMAGEN: Sergio Marín Gómez
Texto: Alejandra Misiolek
Mentalización como herramienta de procesamiento emocional y de una buena comunicación que nos puede ayudar en las situaciones de conflicto.
Todos hemos estado en una situación de conflicto y todos sabemos lo difícil que es no perder la capacidad de mentalizar. ¿Qué es esta capacidad?
Cómo expliqué en el anterior post, la mentalización es la capacidad de vernos a nosotros mismos desde fuera y a los demás desde dentro. O, dicho en las palabras del autor de MBT (Mentalization based therapy): “Para mentalizar adecuadamente tenemos que esforzarnos por hacer un descentramiento que deje de lado nuestra propia perspectiva de tal manera que nos permita captar la ajena.”
Podemos hacerlo de dos maneras:
Explícita:
- Es controlada e implica una reflexión lenta y consciente.
- Esta manera de mentalizar la usamos menos a menudo y en las situación más complejas o nuevas.
- La usamos en el proceso terapéutico.
Implícita:
- Es inconsciente, automática, emocional e intuitiva.
- Posibilita responder en el presente inmediato.
- La usamos a menudo, en la vida diaria, sobre todo en las situaciones que ya conocemos.
- Forma parte de nuestra memoria procedimental y memoria de habilidades.
Para describir una buena mentalización vamos a empezar por describir las fallas en ella, en otras palabras, lo que mejor no hacer. Existen 3 modos típicos de la falta de mentalización:
- MODO DE EQUIVALENCIA PSÍQUICA
- También se suele llamar la comprensión concreta.
- Es la incapacidad de experimentar la subjetividad como algo diferente de la realidad externa.
- “Lo que existe en mi mente equivale a lo que existe en el afuera.”
- Se perciben los pensamientos de forma real.
- “No hay perspectiva ni diferencia.”
- Las generalizaciones y prejuicios son típicos ejemplos.
Por ejemplo: No hay duda de que la perspectiva del individuo es la única posible. Como vimos en el ejemplo de Ana, “me ha dejado en visto, esto significa que no le importo nada.”
2. MODO SIMULADO O PSEUDOMENTALIZACIÓN
- Es una separación entre la realidad externa y la realidad psíquica, hasta el punto en que la conexión entre las dos no puede ser conseguida.
- Implica un estado mental interno disociado de lo externo.
- La hipermentalización o discurso muy intelectualizado pero vacío emocionalmente, es muy típica de este modo de falta de mentalización.
Por ejemplo: “Los pantalones me vienen demasiado pequeños, sé que he engordado, pero me imaginé que tal vez se hayan encogido”. O “Yo misma no sé muy bien quién soy y qué quiero en la vida. Pero sé que quiero viajar y no puedo quedarme quieta. Saber quien soy es muy importante para mi.”
3. MODO TELEOLÓGICO
- Está más referido a las acciones.
- Se pone la acción por delante de la actividad del pensamiento.
- Se basa la interpretación de los estados internos en las demostraciones externas.
Por ejemplo: “He engorado, soy una inútil!” o “Si no me das muestras de amor (físicas), no sé queme quieres.”
Las fallas en la mentalización son muy típicas en los trastornos de personalidad, pero todos a veces perdemos la capacidad de mentalizar cuando algo nos afecta emocionalmente y, sobre todo, cuando estas emociones son fuertes.
En estas situaciones es muy importante tener la habilidad o herramientas de recuperar una buena mentalización, y estas serían 10 maneras de hacerlo.
- No nos olvidemos que la mente del otro es opaca, podemos hacer suposiciones, y las hacemos, pero no las podemos tomar con certeza. Ej. “Creo que el jefe está molesto, pero puede que también tuviera una mañana del lunes de mucho estrés y que sea por sus propios asuntos personales.”
- No consideremos que los pensamientos de los demás son una amenaza importante para nosotros. Ej. “No me gusta cuando ella se enfada, pero lo podemos hablar y resolver.”
- Contemplación y reflexión usadas para pensar en como piensan los demás de manera relajada. Ej. “Me pregunto por qué se lo tomó de esta manera.”
- Toma de perspectivas es aceptar que el mismo hecho puede ser muy diferente si lo miramos desde diferentes perspectivas. Ej. “para mi ella me ha faltado el respeto, pero puedo entender que desde su perspectiva se estaba defendiendo.”
- Un interés genuino, curiosidad y exploración de los pensamientos y sentimientos de los demás.
- Tengamos también curiosidad sobre nuestros propios estados mentales y sentimientos.
- Apertura a los nuevos descubrimientos sin quedarnos atrapados en lo que sabemos hasta ahora.
- Aceptación de los demás y la capacidad de perdonarles gracias a la comprensión de sus estados mentales.
- Reconozcamos que nuestros propios sentimientos pueden crear confusión para el otro.
- Tengamos en cuenta que podemos no siempre saber o tener consciencia de lo que sentimos, especialmente en las situaciones del conflicto.
Fuentes: