Miércoles 1/2/2023
FOTO: Katarina Wolnik Vera
Texto: Alejandra Misiolek y Janina Nagy
Cada vez más personas tienen obesidad en todo el mundo. Por un lado, es causa de angustia emocional: Debido a nuestro ideal de belleza del cuerpo delgado y definido, las personas con sobrepeso a menudo se sienten discriminadas, estigmatizadas y devaluadas. Por otro lado, el sobrepeso también conlleva una serie de riesgos médicos. Por ejemplo, aumenta el riesgo de diabetes mellitus, hipertensión, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y apnea del sueño.
Por eso no es de extrañar que muchas personas con sobrepeso intenten adelgazar. El mercado de productos para adelgazar está en auge: Hay innumerables empresas que prometen una pérdida de peso rápida y fácil y cada vez más medicamentos para ayudar a la gente a adelgazar. ¿Cómo funcionan estos fármacos y están sus efectos científicamente probados? ¿Y cuáles son los riesgos para la salud asociados a ellos?
Un reciente artículo publicado en la revista nature habla de ciertos medicamentos que se utilizan para ayudar a perder peso cuando una dieta más sana y el ejercicio regular no son suficientes. Un estudio presentado en la conferencia ObesityWeek celebrada en San Diego en noviembre de 2022 observó que la administración de semaglutida durante 16 meses en combinación con cambios en el estilo de vida reducía el peso corporal en al menos un 20% en un tercio de los adolescentes estudiados. Anteriormente también se habían observado efectos similares en adultos. En comparación con los métodos y medicamentos existentes hasta ahora, se trata de resultados asombrosos. [1]
¿Qué son y cómo actúan estos medicamentos?
Actualmente, la semaglutida se comercializa con el nombre de Ozempic®, mientras que una sustancia similar, la liraglutida, se utiliza desde hace unos años con el nombre de Saxenda®.
La pérdida de peso se debe probablemente a distintos mecanismos, como el retraso del vaciado gástrico, el aumento de la saciedad, el incremento del gasto energético en reposo y los efectos directos de los centros del apetito en el cerebro. Ambos agentes son agonistas del receptor del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1) (lo que significa que estas sustancias bloquean el receptor GLP-1) y hacen que el organismo produzca más insulina. [2] En un principio se aprobaron para el tratamiento de la diabetes tipo 2, pero los científicos observaron que los participantes en los ensayos clínicos también perdían peso, debido al efecto del GLP-1 sobre los receptores del cerebro que rigen el apetito y los del intestino que ralentizan la digestión. Con el tiempo, las empresas empezaron a probar estos medicamentos contra la diabetes para perder peso.
Esta nueva generación de medicamentos contra la obesidad parece tener menos efectos secundarios graves que los fármacos anteriores y, al mismo tiempo, permite perder peso de forma significativa (entre un 8 y un 15% de la masa corporal, según la mayoría de los estudios) sin necesidad de hacer dieta. Sin embargo, aún no sabemos exactamente cómo actúan estas sustancias.
Es posible que en un futuro próximo salga al mercado un fármaco aún más eficaz contra la obesidad, que en un estudio provocó un descenso del 21% del peso corporal: la tirzepatida. Esta sustancia se aprobó en 2022 para la diabetes de tipo 2 y se dirige a otra hormona además del receptor GLP-1, que también interviene en la secreción de insulina. La pérdida de peso como con la tirzepatida normalmente sólo se consigue mediante cirugía bariátrica.
¿Es seguro el medicamento? ¿Qué efectos secundarios hay que tener en cuenta?
Aunque ha sido aprobado por la FDA (aprobado para el control del peso en adultos con un índice de masa corporal (IMC) de 30 kg/m2 o superior, o en aquellos con un IMC de 27 kg/m2 o superior con comorbilidades relacionadas con la obesidad), su uso sólo está justificado porque los efectos negativos de la obesidad y/o la diabetes superan los efectos negativos del propio medicamento. Hay que recordar que no es una sustancia inocua y que puede tener diferentes efectos secundarios en diferentes personas.
Los efectos secundarios más frecuentes de este medicamento en adultos son náuseas, diarrea, estreñimiento, vómitos, reacción en el lugar de la inyección, bajada de azúcar en sangre (hipoglucemia), dolor de cabeza, cansancio (fatiga), mareos, dolor de estómago y cambios en los niveles de enzimas (lipasa) en sangre. También puede aumentar el riesgo de cáncer de tiroides y de pancreatitis aguda.
No existe un límite de tiempo establecido para el tratamiento con Saxenda®/Ozempic®, sin embargo, sólo debe continuarse durante más de 12 semanas si se produce una pérdida de peso del 5% cuando se utiliza junto con una dieta controlada en calorías y ejercicio regular. Si no es así, no está siendo eficaz y, dados los efectos secundarios, es mejor suspenderlo.
Aunque estos medicamentos pueden ayudar a las personas obesas a perder peso, quedan algunos interrogantes.
¿Tendrán que tomar los medicamentos de por vida para mantener su peso? ¿Para quién funcionan bien estos medicamentos? Por ejemplo, parece que las personas con diabetes de tipo 2 pierden menos peso que las que no padecen diabetes.
También existe el riesgo de que la gente empiece a tomar estos fármacos para perder peso sin ninguna indicación médica.
¿Qué pasa con los riesgos psicológicos?
Dado que casi el 30 % de las personas que se consideran obesas son metabólicamente sanas, a algunos investigadores les preocupa que al ofrecer una solución para el peso en sociedades que valoran la delgadez, estos medicamentos también podrían reforzar inadvertidamente el vínculo discutido entre el exceso de peso y la salud. No debemos patologizar la salud de una persona simplemente por su peso corporal. Existe el riesgo de que las personas usen estos medicamentos principalmente para escapar del estigma del peso, en lugar de satisfacer una verdadera necesidad de salud y lo consideren una “solución rápida” o una salida fácil de la obesidad.
¿Y el precio?
Además, aunque hay mucha demanda, el coste de los fármacos es muy elevado por lo que no todo el mundo tendrá acceso a ellos (en España oscila entre los 300€ y los 500€/mes).
Aunque estas son cosas que hay que tener en cuenta, estos “medicamentos milagrosos” ya están ayudando a muchas personas a perder peso y actualmente se están llevando a cabo más investigaciones para mejorar aún más sus efectos y comprender realmente cómo funcionan.
Fuentes: