Miércoles 20/5/2020
FOTOS: Alejandra Misiolek Marín
Texto: Alejandra Misiolek Marín
Los conceptos de comer de manera desinhibida o impulsiva, comer emocionalmente y ser adicto a la comida son patrones de comida que se basan en comer en respuesta a señales diferentes al hambre y placer. Estos patrones frecuentemente nos llevan al sobrepeso y la obesidad.
¿Y de dónde viene?
Según los estudios, estos patrones tienen su fuente en la temprana infancia. La obesidad entre adultos es más frecuente si tuvieron una experiencia traumática o adversa en la infancia (Adverse Childhood Experience ACE, tal como abuso sexual, familia disfuncional, separación de los padres, etc.). Mientras que, de todos los trastornos alimenticios, el Trastorno por Atracón es más frecuentemente correlacionado con ACE. Además, el apego inseguro se asocia con los procesos tanto biológicos como psicológicos que promueven alimentación poco saludable, obesidad y se relacionan con BMI más alto.
¿Cómo podemos entenderlo?
Por un lado, ACE crea un entorno que no valida al niño y frecuentemente está relacionado con poca responsividad parental en la temprana infancia. Estas circunstancias causan que se desarrolle estilo de apego inseguro. El estilo de apego inseguro está relacionado con la incapacidad de poner límites, alta dependencia emocional de los demás, necesidad de buscar aceptación y la incapacidad de auto regulación emocional. Además, para hacer las cosas más complicadas, a menudo co-ocurre con la dificultad de posponer la gratificación y la necesidad de obtenerla inmediatamente, rasgo que se relaciona con la impulsividad alta.
¿Cuál sería un ejemplo de esto?
En un estudio cualitativo de adolescentes obesas (13-16 años) se ha podido demostrar que crecieron en situaciones de conflicto familiar (ACE) en las cuales tomaron el papel de cuidadoras (role-reversal) y tuvieron que renunciar sus propias vulnerabilidades emocionales. Todas las participantes del estudio usaban la comida para buscar confort y regulación emocional. Frecuentemente utilizamos las formas externas de regulación emocional (tales como la comida u otras sustancias) cuando no hemos interiorizado (en la infancia) las estrategias más sanas de autorregulación porque no han sido disponibles (nuestros cuidadores no nos han enseñado a usarlas).
¿Y cual sería el papel de la imagen corporal?
La necesidad de aprobación que es inherente en el apego inseguro se transforma en la fuerza que incrementa la vulnerabilidad a las normal sociales e influencias de insatisfacción corporal. La persona con el apego inseguro no se siente satisfecha con su imagen corporal, y utiliza comer en exceso como su manera de calmar la ansiedad, entrando así en un circulo vicioso de las emociones negativas e imagen corporal negativa que son la base de los trastornos alimenticios.
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