Miércoles 31/8/2022
FOTO: Katarina Wolnik Vera
Texto: Alejandra Misiolek
Los trastornos alimentarios tienen que ver con controlar o perder el control: o tienes el control de lo que comes y cuánto pesas, o pierdes el control y te das un atracón de comida.
Cuando tienes el control, te sientes empoderada, segura de ti misma, tranquila, a veces superior a los demás, bien contigo misma, capaz de cualquier cosa pero también con miedo a perder el control, privada y con poca energía. Cuanto más tiempo continúe este estado, más probable es que cambie al otro opuesto: sin control. Cualquier detonante insignificante puede hacer que caigas fácilmente en lo contrario, donde dejes de controlar. Al principio puedes sentir el placer de no sentirte privada, de no ser tan tensa y sin la necesidad de controlar (un estado que puede ser extremadamente agotador), pero muy rápidamente comienzas a sentirte mal contigo misma, pesada, gorda, asquerosa, avergonzada, culpable, una fracasada e inferior. Tu sentimiento de seguridad en ti misma sufre y cuanto más tiempo pasa, más necesitas un subidón rápido de autoestima. La forma en que sabes hacerlo es restringir drásticamente o purgar y recuperar el control (y la autoestima).
¿Te sientes identificada con este patrón? Si es así, ¿cuál es la salida de este círculo vicioso que parece repetirse una y otra vez aunque te prometas que esta fue la última vez? Puedes pensar intuitivamente que el control es la solución, ya que esta es la única forma que conoces. Además, probablemente utilices las herramientas cognitivas y el conocimiento para controlar tu cuerpo, apetito, hambre y peso. Pero estas herramientas, si no se equilibran con otras, solo te llevarán a la repetición del ciclo, tarde o temprano. Lo que necesitas es equilibrio y construir confianza en tu cuerpo y los mecanismos homeostáticos que controlan tu hambre y saciedad además de la motivación dopaminérgica para comer.
¿Cómo lo hacemos?
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- En primer lugar, tenemos que ajustar las expectativas. No encontrarás el equilibrio de inmediato; es un largo proceso de prueba y error. Si llevas muchos años repitiendo el ciclo, no esperes encontrar el equilibrio muy pronto. En su lugar, trata de concentrarte en el proceso y no en el resultado.
- En segundo lugar, el equilibrio significa que no te olvides de escuchar a tu cuerpo y que aprendas a respetar las necesidades de tu cuerpo como estar llena o hambrienta, necesitar ciertos alimentos y no otros, tener poca o mucha energía, etc. Todo esto se puede llamar mindful eating o alimentación consciente.
- Muy importante, la confianza en tu cuerpo necesita ser construida. Te has demostrado muchas veces que no puedes confiar en tu cuerpo. Cada vez que perdías el control, hacías atracones. ¿Cómo puedes renunciar a controlar? Tienes que demostrarte a ti misma que puedes confiar. Y es un proceso largo.
- Finalmente, volvamos a la pregunta sobre contar calorías. ¿Es posible incluso dejar de hacerlo si sabes perfectamente cuántas calorías tienen todas las cosas que ingieres? La respuesta a esta pregunta no es blanca o negra. No se trata de contar las calorías sino de ser consciente de cuál es el aporte de los alimentos que consumes, no solo calórico pero también en cuanto a vitaminas, proporción de ingredientes, cómo te sientes después de comerlo, qué tan rápido te puede dar energía y cómo estabiliza los niveles de azúcar, cómo regula tu microbiota y qué tan satisfecho te sientes después de comerlo. Hay alimentos que pueden no ser muy nutritivos pero definitivamente satisfacen mucho y la satisfacción es un elemento muy importante de comer que tendemos a olvidar. Si la única forma de regular cuánto comes es contando calorías y decidiendo racionalmente con tu cerebro, entonces probablemente no hayas superado tu TCA. Si, en cambio, también aprendes a escuchar otras señales tanto de tu cuerpo como de tu mente, entonces podemos hablar de lograr un equilibrio saludable. Una vez que comiences a ser consciente de manera equilibrada, comenzarás a confiar en ti misma y luego podrás abandonar la montaña rusa de controlar y perder el control.
En este post solo he hablado de los patrones y mecanismos de alimentación que están en la superficie, sin embargo, debajo de cada TCA hay mucho más de lo que vemos a simple vista, como la regulación emocional, la autoestima, los traumas, la identidad y las dificultades de relación.