Miércoles 25/09/2024
FOTO: foto obtenida del banco de imágenes Pexels
Texto: María Sabaté y Lina Camacho
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como la anorexia nerviosa (AN), bulimia nerviosa (BN) y trastorno por atracón (TA), no son exclusivos de adolescentes y jóvenes. Estudios recientes indican que tanto mujeres como hombres de mediana y avanzada edad también pueden sufrir estos trastornos. Aunque la prevalencia disminuye con la edad, no desaparece por completo. En particular, las mujeres en la transición a la menopausia son más propensas a desarrollar o agravar un TCA, mientras que, en hombres, aunque menos frecuente, los síntomas pueden aparecer a partir de los 50 años.
¿Cómo se presentan los trastornos alimenticios en adultos mayores?
En las mujeres, los síntomas pueden confundirse con los efectos de la menopausia o el envejecimiento, mientras que en los hombres, el estigma social y la percepción de que estos trastornos afectan principalmente a mujeres dificultan su identificación y tratamiento adecuado.
En las mujeres mayores son comunes la anorexia nerviosa (AN), el trastorno por atracón (TA) y la bulimia nerviosa (BN), con preocupación por la imagen corporal y restricciones alimentarias. En los hombres, el TA predomina y muchos recurren al ejercicio excesivo para controlar su peso. Aunque algunas mujeres usan el ejercicio como compensación, es más frecuente que los hombres lo utilicen de manera extrema para purgar calorías
¿Por qué aparecen los TCA en adultos mayores?
En algunos casos, los TCA en personas mayores se remontan a la adolescencia o la edad adulta temprana, pero han permanecido sin tratar durante décadas, lo que complica aún más el tratamiento, ya que la persona ha aprendido a vivir de este modo y con el trastorno.
Aún así, el envejecimiento trae consigo muchos cambios físicos y emocionales que pueden desencadenar o agravar los TCA. La pérdida de seres queridos, la jubilación y los problemas de salud crónicos son factores que incrementan la vulnerabilidad. En las mujeres, la menopausia es un momento especialmente crítico, ya que los cambios hormonales pueden aumentar los síntomas de los TCA. Los hombres, por su parte, también pueden verse afectados por los cambios hormonales asociados al envejecimiento, como la disminución de testosterona, y la presión para mantener una apariencia física juvenil. En muchos casos, los trastornos alimentarios son una forma de afrontar la pérdida de control que sienten frente al envejecimiento, exacerbando la situación.
Sin embargo, las mujeres suelen sentirse más angustiadas por los cambios en su cuerpo debido al envejecimiento, mientras que los hombres se preocupan más por la pérdida de fuerza y vitalidad. Además, vivimos en una sociedad que glorifica la juventud y la delgadez, lo que genera insatisfacción corporal en muchas personas mayores. Esta presión cultural puede llevar a la adopción de conductas alimentarias poco saludables para intentar cumplir con esos estándares.
Impacto de la anorexia en adultos y de otros TCA
Los TCA en personas mayores tienen graves consecuencias físicas. La malnutrición, el desequilibrio electrolítico y la pérdida de masa ósea (osteoporosis) son complicaciones comunes que pueden agravar las condiciones preexistentes del envejecimiento y aumentar el riesgo de mortalidad. Por ejemplo, las mujeres con TCA suelen experimentar problemas cardíacos y pérdida de masa ósea debido a la restricción alimentaria. Los hombres, en cambio, enfrentan mayor riesgo de lesiones musculares y articulares, deshidratación y fatiga, sobre todo si recurren al ejercicio excesivo como método para controlar su peso.
En el ámbito emocional, los TCA pueden provocar aislamiento social, sentimientos de vergüenza y baja autoestima.
TCA adultos: desafíos en el diagnóstico y tratamiento
Uno de los principales obstáculos es el diagnóstico tardío o erróneo. En las personas mayores, los síntomas de los TCA se confunden a menudo con otras condiciones relacionadas con el envejecimiento, como la pérdida de apetito o peso debido a enfermedades crónicas. Además, el estigma y la creencia de que los TCA son “problemas de jóvenes” impiden que muchas personas mayores reconozcan su condición o busquen ayuda.
Es fundamental que el sistema de salud y los profesionales de la salud mental reconozcan que los TCA afectan a personas de todas las edades, incluyendo las personas mayores. El envejecimiento no “cura” automáticamente los TCA, y estos siguen siendo un problema significativo que necesita atención especializada. Si bien aún existen brechas en la investigación y el tratamiento para este grupo de edad, el reconocimiento temprano y el acceso a tratamientos adecuados pueden mejorar significativamente la calidad de vida de quienes padecen estos trastornos.
Con más conciencia y comprensión, podemos romper las barreras del estigma, asegurando que los adultos mayores reciban el apoyo y tratamiento que necesitan para superar los TCA.
Referencias
- Mangweth-Matzek, B., Kummer, K. K., & Hoek, H. W. (2023). Update on the epidemiology and treatment of eating disorders among older people. Current opinion in psychiatry, 36(6), 405-411.